21.11.24

Emociones; Punto de partida

A principios del mes de Septiembre de 2013, impartí una ponencia en el Expo-Masaje 2013, en Madrid, España. Trató de una dolencia compleja de evaluar, el dolor inguinal producido por una psoitis. 

 En esta ponencia no solo hablaba del la forma de abordarlo por el masajista, imposible hacer si no existe un buen conocimiento de la lesión y una buena exploración, sino que buscaba el entendimiento de los profesionales que en esta sala del Hotel Chamartín se reunieron, de la importancia que tiene en la evaluación previa escuchar a la persona. Quizá nos tenemos que remontar cuatrocientos años antes de la aparición de Cristo y colocarnos al lado de Hipócrates de Cos, padre de la medicina moderna, para recordar que se debe tratar a la persona, no a la enfermedad. Incluso, en el S.XIX nos dejaba escrito el padre de la osteopatía, el Dr. Taylor Still, aquello de que el osteópata trabaje sobre la salud, la enfermedad ya se encargan los médicos convencionales. No deja de ser una de las filosofías de la medicina tradicional china, velar por la salud, no dejar entrar a la enfermedad. Todo esto se mantiene gracias a la comunicación constante con los sufridores que nos visitan. Comunicación escucha.


Si echamos un ojo por encima a las cartas que recibo en ese artículo, y en otros, os daréis cuenta de lo que influyen los pensamientos, (hemisferio izquierdo del cerebro), que son un fiel reflejo sobre cómo sentimos, (hemisferio derecho del cerebro)

Y es aquí donde empieza este artículo. Los procesos emocionales de la persona, que hacen que desencadene en enfermedad, síndrome o lesión.


Caso: Mujer joven, de 42 años, C.S.F., que llega a nuestro gabinete. Arrastra un padecimiento desde hace 17 años, (migraña), por duro impacto emocional de una doble muerte de seres muy allegados. Comienza un duro proceso, por aquellas fechas, de encontrar el problema de su padecimiento, (duros dolores de cabeza que aparecen sin aviso; también en períodos de la menstruación). No hallando una explicación fisiológica, incluyendo escáneres cerebrales para buscar cualquier tipo de deficiencia neurológica, la medican sin ton ni son con fuertes opiáceos, incluyendo Valium 10, antidepresivos, antihistamínicos... Asiste a diferentes psicólogos y psiquiatras, sin que todo ello tenga un resultado medianamente óptimo. 

Este es un caso dxonde aparecen algunas claves. Es importante atender a la persona desde la anatomía y la fisiología, al fin y al cabo, en osteopatía nos vienen por dolores, pero no es menos importante "involucrarse" con la persona en su sentir de la lesión. 

¿Por qué nos duele lo que nos duele?


En el caso que vemos arriba, (C.S.F.), ocurrió una de las sesiones que teníamos prevista que, por ella misma comenzó a contarme, como el que le cuenta algo muy personal a un amigo muy íntimo, el cómo se sentía ella con la muerte de estos familiares de ella. Me invadió en ese momento una sensación de sorpresa, al mismo tiempo que entendí que le había tocado en algún punto profundo en una pequeña charla pre-sesión que tuvimos. En ese momento ella sintió que tenía que soltar todo, o al menos parte, de lo que venía sintiendo y le ahogaba en esos últimos 17 años. Algo que no había sido capaz de contar a ningún profesional, ni a ninguna persona allegada, porque nunca había sentido el camino de salida de aquello que le estaba ocurriendo, aquello que, sin darse cuenta, me estaba contando. Lo único que hice fue relajarme y escuchar durante unos 40 minutos todo lo que estaba expresándome nuestra querida amiga. No hice un gesto, ni un intento de intervenir, no pretendí absolutamente nada. Sólo escuchar la historia de un drama. Esto es lo que mi amigo Héctor Cohan, osteópata y profesor en Argentina, llama la psicosteopatía.

Cuando salió del gabinete nos esperaba su marido, quien cuando la vio se quedó sorprendido de cómo le relucían los ojos y la piel. Tenía vida.

Poco tiempo después perdí el contacto con ellos, aunque sé que volveré a saber de ellos.


Dejad que os cuente otro caso. C.S.S., es un ex-funcionario, (ya jubilado), que le conocí en mi primer gabinete en Madrid, allá por 1998. Su primera visita me la hizo el 18 de diciembre de aquel bonito año, por dolores de cuello y de la zona media de la espalda. Su historial clínico estaba bastante cargado de lesiones y operaciones, incluida una angioplastia coronaria por una neoplasia femoral. Padeció en el `94 un infarto. Y su mantenimiento farmacológico era de espanto...
 Adiro (circulatorio); Enalapril; Coropres; Aspirina; Uniket 40; Pravix; Frusetina 20; Alprazolan; Ezetrol (colesterol); Simbastatina; Omeprazol (protector); Respirdal (ansiolítico); Insisto, de espanto. Contrarrestaba con Flores de Bäch y Homeopatía.

Fue un hombre que las cosas, no solo las tenía bastante complicadas por toda la química que ingería al cabo del día, sino que, se agravaba por sus pensamientos y su forma de ver las cosas. Creed que es difícil ayudar a alguien que contra una solución utiliza un problema. Es posible que no supiera sacarle el partido a lo bueno de la vida, que os aseguro que existe, sino que además, había escogido el camino equivocado. La insatisfacción de hacer durante toda una vida aquello que no quieres hacer, llámese equivocar el sentido profesional, falta de atención a y de la familia, sacarle ningún provecho a lo que te ofrece la vida, en amistad, tierras, casas... El no dar con la "tecla adecuada", e incluso, si en algún momento había dado y había "sonado la campana", no lo oyó, no se enteró que había encontrado el camino, la solución. Cuando yo le conocí y durante el tiempo que me fue visitando de forma inconstante, (la última vez que le vi en un gabinete mío fue en Abril de 2012), visitaba a una decena de especialistas en diferentes materias, como naturópatas, masajistas, maestros de reiki, acupuntores, medicina alopática, etc., y no sólo nada le gustaba, sino que, además, le encontraba el punto negativo a cada cosa que hacía, que llegué a entender que fue una búsqueda desesperada, mezclándolo todo, sin pretensión de encontrar nada. Murió su madre y le quedó una buena herencia, aún eso era un problema!!!

Quizá todo empieza en un momento antes de la infancia que acaba arrastrando, como bola de acero encadenada a la pierna que arrastra el presidiario de alguna prisión de algún rincón del mundo. Le lleva a estudiar una carrera de ingeniería y se dedica toda su vida a ser ordenanza del Ministerio de Hacienda español. No encuentra aquella amiga que le ayude en la vida, incluso, cuando da con ella, allá por 2007, decide que no tiene que estar con ella porque él la va a hacer mucho daño. Sólo habla de lo buena mujer que es, pero que él es incapaz de hacerla feliz...

Fijaos en todas las barreras que somos capaces de ponernos, barreras que se traducen en un miedo que, a veces, tenemos de la vida, que en definitiva, somos nosotros mismos.

Trabajé lo mejor que pude con esta persona, llegó a contarme cosas profundamente trascendentes, pero era incapaz de ayudarle, porque él no se dejaba. Ese estado le dio enfermedad, desidia, malestar y pérdida del camino que debía seguir. Finalmente, la muerte física.


Me escribe, a través de un "privado" en Facebook, un seguidor, que no quiere que le delate, a la pregunta de si es posible controlar nuestras dolencias, corrigiendo lo que sentimos o como lo sentimos:
Hola José, te escribo en referencia a un articulo: ¿Podemos controlar nuestras dolencias, corrigiendo lo que sentimos o como lo sentimos?

La respuesta es sí, el ejército de Israel tiene un programa dedicado al dolor y a darle respuesta de una manera muy sencilla, ignorándolo, desactivando los neuro-sensores que provocan esa respuesta. Te escribo por aquí porque no quería hacer el comentario públicamente ni que apareciese mi nombre.

 "Rambo" decía que no funcionaba en la primera parte de la saga. Pero no es descabellado recomendar, como bien dice mi amiga Arancha Luengo, psicóloga clínica, que si hay algo que no te hace bien, ignóralo!!!

 Es cierto, y este es un dato escandaloso, que el 100% de los casos que nos llegan a los diferentes profesionales de la salud, tiene un origen psomato-emocional o psico-somático. ¿Quiere decir esto que somos hipocondríacos? 

 El organismo cuando detecta que existe una amenaza para la alteración de este, se manifiesta de varias formas, (hinchazón; rubor; rojez; fiebre; dolor...). Cuando nuestros sensores neuronales reciben esta información, enseguida se ponen alerta y a trabajar para detectar el foco de la amenaza, el aislamiento de esta y la destrucción de la misma. Esto ocurre en minutos, en horas, en días, en semanas, en meses, a veces en años, interprétese cualquier enfermedad degenerativa, virus o síndrome, así como lesión musculo-esquelética u osteo-articular. 

Cuando somos conscientes de ello, prestamos más atención de lo necesario en esos síntomas que aún pareciendo negativos, son urgentes para la capacidad de no repetir inconscientemente las acciones que nos ha llevado a padecer aquello que nos esté afectando. No sé si alguien imagina que estemos poniendo el dedo en una llama de una cerilla y no lo retiremos porque no estemos sintiendo el calor por falta de acción neurológica en la zona, el destrozo sería importante, como el que ocurre con los hombres que padecen combustión espontánea, aunque esta es una respuesta contraria que algunos autores engloban como un mito. 


Es cierto que si ponemos nuestra atención en otras cosas que sean capaces de concentrarnos lo suficiente, nuestros padecimientos se rebajan o, incluso, desparecen. Es ejemplo, de lo que nos sumergimos en los problemas del trabajo y, en cuanto llegan las vacaciones o fines de semana, nos damos cuenta del dolor que aparece siempre que aparece en nuestra vida la falta de estrés. Y aquí se manifiesta la importancia de convivir con el estrés, aunque sabemos que existe el estrés bueno, (eustres), y el estrés malo, (disstres), el que controlamos y el que descontrolamos. Uno nos da bienestar por estar alertas, y el otro nos satura por perder la confianza en lo que debemos hacer.

He leído en los últimos años algunos casos interesantes de cómo controlar un cáncer por la acción de la felicidad y el divertimento, o cómo salir de una parálisis total por la acción del pensamiento. Lo que Cristo clasificaba como reacción de la fe. 

 La teoría de James y Lange, (William James y Carl Lange), que propusieron simultáneamente, pero de forma independiente en 1884, fue una teoría fisiológica de la emoción. La teoría de James-Lange propone que la corteza cerebral recibe e interpreta los estímulos sensoriales que provocan emoción, produciendo cambios en los órganos viscerales a través del sistema nervioso autónomo y en los músculos del esqueleto a través del sistema nervioso somático.




Aquí os revelo algunos de los santuarios fisiológicos de las emociones, según Eric Rolf 

(http://asociacionalameda.com/index.php/lamedicinadelalma/quienesericrolf):

ALCOHOLISMO Una relación desequilibrada con su propio espíritu. Una percepción negativa de su cuadro de vida básico. Creencia extrema de culpabilidad y el ser víctima. Imagen de sí muy baja y repugnancia a aceptar la responsabilidad de su vida pasada, presente o futura. 

ALERGIA Lo que te provoca alergias es el símbolo o la metáfora de lo que aparenta que provoca la alergia, es decir, lo que uno resiste, o uno rechaza participación. Las alergias son resistencias, falta de aceptación propia. 

Algunos ejemplos son: 

  • Gatos = Independencia 
  • Perros = Devoción 
  • Caballos = Poder personal 
  • Polen = Cambio creativo. La vida como una serie de nacimientos 
  • Polvo = Miedo a la muerte, cambio, desconocido
  • Alimentos = Generalmente relacionados con aspectos emocionales. Cada alimento representa un aspecto específico de nuestra vida emocional. 
ANOREXIA Revelación emocional contra tus propias emociones y sentimientos. El miedo y negación a tratar con tus sentimientos, viniendo de un sentido o creencia de impotencia personal. A menudo conectado con la relación con el padre o madre, particularmente dominante o débil. Crisis de identidad profunda. 

APOPLEJIAS entirse pegado o azotado por la vida. Sentido profundo de ser un perdedor. Soledad y aislamiento. Sentirse no amado. Necesidad de afección y de ser acariciado emocional y físicamente. 

ARTRITIS Ira antigua y resentimiento, particularmente como uno lo experimenta dentro del medio de dar y recibir. Sentido de que la vida nos ha tratado mal e injustamente. 

ASMA Autocrítica. Autoculpabilidad y culpa de otros. Autoimagen muy baja. Sentido de identidad personal fragmentada. Miedo de ser tragado por la vida y pérdida de sentido de identidad. Sentido empobrecido de la propia habilidad para dar a los demás sin limitar el propio ser y condición de vida propia. Codicia emocional. 

CÁNCER Nuestra habilidad para ver y entender, percibir nuestras respuestas interiores personales a tales preguntas básicas como:

  • ¿Es el Universo amistoso? 
  • ¿Quién soy? 
  • ¿Creo yo mi propia realidad? 
  • ¿Tengo libertad de elección? 
Mirar atrás. Creatividad estancada y percepción negativa de tus formas para la expresión creativa. Desesperanza. Amargura profunda a menudo conectada con trauma de nacimiento. El cáncer es un crecimiento interior enfocado negativamente, al cual no te quieres acoplar. 

DEPRESION Resistencia a mirar tu interior. Miedo a lo desconocido. Miedo a la muerte. Resistencia al cambio. Verte a ti mismo y al mundo como una serie de objetos. Ver la vida como una batalla en vez de series de interacciones cooperativas y dinámicas. Seriedad. Pérdida de tu sentido del humor. Sentimientos estancados, especialmente la risa. 

DIABETES Nuestra percepción de la calidad de "dulzura" de la vida. Dar esperando recibir a cambio aunque sólo sea esperar recibir las gracias, porque esto está basado en ideas de falta o de miedo. Dar con motivos escondidos. Seriedad. Falta de felicidad. Autoimagen baja. Sentirte subestimado y estancado en tus circunstancias. 

DISLOCACIONES Expresiones y salidas de energías no muy claramente enfocadas o dispersas. Identificación con la fantasía. 

DOLOR El dolor se relaciona con el volumen que está empleando la vida para comunicarse contigo. Golpes en espinillas, nariz, dedo gordo del pie, testículos. Pechos en la mujer son muy dolorosos aunque por lo general no graves pero sí importantes en el contexto espiritual. 

EMBOLIA Sentirse con falta de caricias y apoyos emocionales, creer que la vida es una lucha y que uno está solo y hasta aislado y abandonado. Requiere mejor relación con los gustos persónales de uno, divertirse más y disfrutar con amigos. 

ENFERMEDAD DEL CORAZON Conflictos entre el corazón y la mente. Una batalla interna entre el amor como una conducción universal o cuadro. Creencias, ideas y opiniones limitadas. Percepción, apreciación desequilibrada de la corriente de amor en tu vida. Visión de la vida como una lucha, mayormente una batalla perdida y poco amistosa o protectora. Necesidad de abrir o desbloquear más tu expresión emocional positiva y de arriesgarte a ser vulnerable en el mundo. 

ENFERMEDADES EN NIÑOS Las enfermedades en niños generalmente son un reflejo de la condición emocional y del estado de los padres, así como indicador de experiencias que el niño mismo está trabajando. A menudo relacionado con el nacimiento a muchos niveles.

EPILEPSIA Conflictos con tus propias creencias y tu visión del mundo en relación con tu poder personal. Balance entre sentimientos de impotencia e inutilidad. Falta de valor hasta extremos de egoísmo y evaluación personal irrealista. Altos grados de fantasía negativa. Apegos emocionales fuertes, represión, autojuicio y autocritica. Opresión de tu fluidez creativa. Miedo a la muerte, conectado a menudo con el trauma al nacer. 

ESCLEROSIS MULTIPLE Creencia extrema en ser la víctima. Desconfianza y negación a tratar con la dimensión física. Resistencia a la realidad de los hechos físicos, el tiempo, el espacio, los compromisos. Actitud de control y creencias a menudo relacionado con trauma de nacimiento. 

HERPES Desgajaduras internas. Ruido interno. Falta de paz interior. No estar en conexión con tus sentimientos, emociones y perspectivas interiores. También relacionado con nuestra visión de cosas materiales y del mundo material en general, incluyendo nuestras ideas y creencias como cosas. Fantasías visuales y negativas. 

HIPOGLUCEMIA Sentido de falta de "dulzura" y de poder expresivo personal con afección. Intolerancia. Apego a nuestras experiencias creativas y resultados. Imagen de ti mismo muy baja, particularmente cuando se refleja a través de tus relaciones. Sentido profundo de falta. 

HONGOS DE PIES Indica la necesidad de subir el nivel de la visión personal en los aspectos indicados por los dedos en cuestión, de asumir nuevos desafíos conscientes y de dar más atención creativa a valores menos materiales y más espirituales o no materiales. 

INFECCION URINARIA Nuestra relación con experiencias interiores y con nuestra propia experiencia de la vida vista desde dentro hacia fuera y creencia en falta de afección genuina. 

INFECCIONES Generalmente asociadas con experiencias que percibimos con falta de afección personal. Creer que los demás no se preocupan por ti. Sentido profundo de aislamiento y falta de afección. 

LEUCEMIA Necesidad de aceptar y tener una mayor relación consciente con la vida. Cambiar las posibilidades de lo que podríamos llamar la voz interna y la luz interna de cada persona. (ver cáncer)

NEUMONIA Apego al pasado, una vieja resistencia al cambio, al afrontarse y aceptar nuevos desafíos. Guardar rencores. Querer vengarse y "pagarse" como perspectiva general con o sin objeto de odio específico. Aunque odio hacia los padres es frecuente, normalmente conectado con experiencia al nacer, alto auto-odio. 

PAPERAS La relación con el mundo externo y el proceso de manifestar nuestras ideas y compartirlas con el mundo y los demás. Autoimagen baja y creencias de falta de poder y apoyo. Necesidad de darse cuenta de que lo externo es un reflejo de procesos y creencias internas. Más y mejor relación con el arte y la creatividad. 

PARKINSON Incapacidad para relacionar acontecimientos diarios específicos y de actividad vital con algunos propósitos o importantes visiones personales. Creencia impregnada muy profundamente en la impotencia o inferioridad personal. 

PICORES Juicio de condiciones o comportamientos como propósito no consciente o no sostenible. Comportamiento irracional o inconsciente. Acciones moteadas por miedo. Autocrítica relacionada con acontecimientos o experiencias externas. Auto culpabilidad. Dejar que los acontecimientos se metan bajo tu piel. Intolerancia. Ver zonas relacionadas con los picores. 

QUISTES Actitudes de tozudez o insistencia a pegarse la cabeza contra la pared basada en la creencia de que la vida es una lucha o una batalla. Miedo de tus propias debilidades. Ira reprimida y frustración. 

REUMA Demasiadas creencias restrictivas de uno mismo, de otros y de cómo funciona el mundo. Esperanzas negativas. Sentir que uno no tiene suficiente espacio en su vida para experimentar la satisfacción y la felicidad. 

RESFRIADOS Sentimientos heridos. Experiencias que percibimos como antagónicas o falta de calor emocional y apoyo. Sintiéndose frío emocionalmente. Aislado. 

SARAMPION Nuestro sentido de la generosidad en relación con nuestras creencias en la pobreza, falta y limitaciones materiales y emocionales. Codicia emocional hacia la relación entre nuestros padres y sus vidas respectivas. (Ver enfermedades en niños). 


SIDA Una creencia profundamente gravada de no ser apoyado por la vida. Una víctima, la vida como una batalla en la cual uno pierde más que gana y siempre sale profundamente marcado en el simple proceso de ser uno mismo. Odio hacia uno mismo. 

SORIASIS Autoimagen baja, autocrítica alta. Resistencia a la creencia en la propia impotencia personal sin escoger cambiarla dando así más poder a su vida. 

TOS Percepción errónea de tu entorno inmediato, de circunstancias o relaciones. Resistencia a elecciones que son de amor propio, autoafirmación. Algunas creencias o afectos específicos altamente restrictivos, sentimientos reprimidos. 

TUMORES Sentido de identidad fragmentada. Sentido personal de falta y de pobreza. Confusión profundamente asentada de tu relación personal con la vida. Necesidad de nuevas respuestas a las cuestiones básicas sobre la vida y de escoger y establecer nuevos sistemas de creencias basados en valores, y valor personal más altos. 

ULCERAS Visión y creencias limitadas sobre tu creatividad personal, y sobre las opciones disponibles. Un punto de vista a menudo dominante es que uno es su trabajo y algunas otras identificaciones extremas. Que se trata de luchar y sobrevivir en la vida. Emociones reprimidas y sentimientos heridos. 

VARICELA Creencias y actitudes de ser miserable, creencias de lucha, limitación y pobreza. Necesidad de relajarse, de autoaceptarse y de no resistir cambios. Los padres requieren una relación más activa con los alimentos del alma. 

VERRUGAS Estar en guerra o lucha interna en relación con la cantidad y calidad de tiempo/espacio personal. Culpar el presente. No estar a gusto. El presente parece insuficiente. Baja autoimagen. Este enfoque se manifiesta por una parte como falta de tiempo/espacio y por otra parte que el tiempo/espacio disponible no nos satisface. Requiere escoger, planificar y comprometerse a sus actividades, más consciencia y alegría, y soltar resistencias al cambio.

CIATICA Viejas ideas, opiniones y creencias, particularmente la visión de uno mismo, sentir esa necesidad de liberarse y dejarse ir. Necesidad de una transformación drástica y profunda de tu visión del mundo y de tu estilo de vida. 

ESTREÑIMIENTO Apego. Adicción. Miedo. Negación a dejar ideas erróneas que no funcionan a sentimientos o circunstancias. Atadura emocional. Creencia en la vida como lucha. Codicia emocional. Auto-odio.

“La conexión cuerpo-mente”, libro de Debbie Shapiro, explica cómo nuestros estados emocionales pueden favorecer todo tipo de enfermedades: hipertensión, disfunciones cardíacas o trastornos nerviosos de diferentes tipos. Las distintas dolencias pueden contribuir no sólo a transformar nuestra salud física, sino también a facilitar la curación a un nivel más profundo. El secreto está en descubrir y comprender los mensajes que encierran los desórdenes físicos para poder conocernos y vivir mejor, nos viene a decir. 

 Y no puedo dejar de mencionar el libro revelación, quizá del Siglo XXI, "El Secreto", de Rhonda Byrne, el cual nos da las claves que durante siglos han estado ocultas a nuestros ojos y que tantos maestros del pasado como del presente, utilizan para conseguir aquello que quieren conseguir, entre otras, la salud.

 Entonces, ¿de qué sirven la farmacopea, las técnicas de masaje, la naturopatía, la medicina tradicional china, el reiki, etc?

 Nos ayudan a cognitar lo que no hemos aprendido a comprender. Cada vez más, y hablo en nombre propio y de mis colegas osteópatas, nos interesamos más del "por qué" suceden las cosas, que del "qué" sucede. Ya os he traído algún caso a este artículo, aunque existen miles de ellos más.

 ¿Cómo corregimos en osteopatía los síndromes que provienen de la mente? 

Osteopatía sacro-craneal.

 Según la Asociación de Osteopatía Sacro-Craneal:

A mayor flujo de sangre en el cráneo, mayor será la percepción extrasensorial y expansión de la conciencia, dando potencia a la alquimia del elixir de la vida, el líquido cefalorraquídeo, que sube y baja del sacro al cráneo. 

En el cuerpo humano conocemos que existe el ritmo cardíaco y el ritmo respiratorio. A un nivel más profundo y lento tenemos 3 ritmos, 3 mareas, que nos conectan con nuestro ser, nuestro espíritu, y van más allá. 3 ritmos, 3 mareas, inspiradas por el aliento de la vida. Para conocernos en profundidad nos ayudan a sanar nuestro cuerpo y nuestras emociones.

  1. Primera marea; el Ritmo Craneal, denominado también Impulso Respiratorio Primario, (IRP). Su ritmo es de 6 a 12 ciclos por minuto. Es la más física y es abordada con la Osteopatía Craneal y las técnicas sacro-craneales
  2. La marea media; la Biosfera. Es más lenta y se la denomina la potencia o luz líquida. Su ritmo es de 3 ciclos por minuto. Nos enseña a contactar con ella la biodinámica craneal.
  3. La mareal larga; el Todo. Es la conexión con el todo y su ritmo, es el más lento y sutil, 1 ciclo por minuto. También nos la muestra la biodinámica craneal

http://www.sacrocraneal.org/index.html


"Hay una circulación común, una respiración común. Todas las cosas están relacionadas". (Hipócrates de Cos).

Yo interpreto la osteopatía sacro-craneal, como la acción de buscar los bloqueos a través de la liberación de las suturas craneales y, posteriormente, devolver el movimiento del tejido fascial. Así ayudamos a liberar todas las emociones atascadas en nuestro interior por los resultados que nos da en la vida las cosas del exterior.

Os doy una exposición gráfica, después os cuento.

 ¿Qué sentimos con esta técnica?


Lo que vemos en la lámina de arriba es la búsqueda del movimiento de ese flujo de aliento de vida. Los movimientos de cada uno de los huesos del cráneo a través de sus suturas y fluctuaciones, como las mareas en los mares.

La lámina de la derecha nos habla de una "intención" de separación de las fascias que antojan el movimiento del hueso, (aquí nos muestra el hueso temporal)

Y, después de que hacemos una exploración general del movimiento de los huesos del cráneo, vamos a normalizar las suturas, (las uniones), de cada uno de los huesos que hemos verificado en lesión. Todo lo que se siente, se puede resumir en lo que sentís apreciando las fotos pero con el acompañamiento del tacto. Particularmente, en una sesión de osteopatía craneal, me gusta explicar a la persona lo que voy a hacer y para qué, antes de que pueda pensar que lo que está notando y el resultado que vamos a obtener es el mismo, nada. En unos 10 minutos la persona está durmiendo, sí, literal. Pero dentro de lo más profundo de él, están ocurriendo cosas, cambios metabólicos por la liberación de raíces y conexiones de tejido nervioso, del sistema nervioso periférico, (S.N.P.)


Doce pares craneales, como veis, que dan toda la información a nuestros sentidos y a nuestras reacciones. Después de una buena sesión de osteopatía craneal vamos, si es posible en día distinto, a la liberación de diafragmas energéticos, una sesión de la auténtica osteopatía sacro-craneal.

Recorremos todos estos puntos para buscar la liberación miofascial, tejido que al estar 
compungidos, afligidos, interiorizados... bloquea todos nuestros sentimientos y emociones. Y hacemos la misma presión que sentíais en la osteopatía craneal, ninguna. Buscamos las olas que mueven nuestros líquidos y el sistema neurológico.

Las zonas anteriores y posteriores grisáceas de la lámina izquierda nos enseña tejido fascial, zona aponeurótica, la cual tiene un flujo de movimiento independiente, que utiliza energía, (ATP), y esta energía consume nutrientes, los cuales al ver disminuido ese nivel de energía, se disminuye o bloquea el movimiento, con lo cual, decae el tono emocional.

Y es aquí, donde interviene nuestra técnica de liberación de diafragmas energéticos, (T.L.D.E.). Depende del flujo de movimiento del líquido cefalo-raquídeo, y en conexión con lo que el Dr. J.E. Upledger se encontró en el comienzo de su aventura de investigación del sistema sacro-craneal, la imposibilidad de pausar la membrana de tensión recíproca, la duramadre espinal. (Lámina inferior)


Con esta puesta en escena de nuestras manos, vamos a recorrer todo el sistema fascial desde la cabeza, hasta la pelvis. Os invito a hacer el recorrido conmigo:

 

Frente-Occipital


 

Hioides-cuello



 

Clavículas-Dorsal alto



 

Plexo solar-Doesal medio


 

Abdómen-Lumbar



Plexo sacro-Pubis

Le damos unos minutos. El tiempo que nos haga falta para sentir la relación del movimiento anterior y del movimiento posterior en cada punto y desconectar el bloqueo de movimiento fisiológico que hayamos encontrado. Una sesión puede ser corta, (30 minutos), o se puede alargar, en función de la resistencia del organismo, (60-75 minutos)

 ¿Qué buscamos con esto?

Técnicamente, bloqueos que se hayan producido en el movimiento fascial; Energéticamente, liberar las emociones atrapadas por esos bloqueos.
Ejemplo de momento de bloqueo: Imaginemos que tenemos un boleto de lotería en el bolsillo y que vamos a comprobar si nuestros números son los premiados. VOYLA!!! Es este!!! (Fuerte y rápida inspiración) 

¿Sentís la contracción del pecho hacia dentro? ¿Cómo se endurece vuestro abdomen? Esto crea un bloqueo miofascial, además de otros estados fisiológicos de gran estrés, que aparecen de repente, (disstres), donde las aponeurosis quedan destruidas... No, no estoy incitando a romper la ilusión de ser un día millonario con los juegos de azar, allá cada uno con el manejo de sus ilusiones, que no es otra cosa que el manejo de emociones, (interés)

 Entonces, cuando devolvemos el movimiento a la fascia, recuperamos el nivel de energía mal acumulada, y nuestras emociones atrapadas se liberan, vuelven a correr por todo el cuerpo y más allá. Es en este momento, si nuestro visitante que está recibiendo la sesión se entrega a la misma, cuando exterioriza ese movimiento de sentimiento, de repente, llora; de repente, ríe; de repente, se retuerce; de repente... (lo que sea que pase). Si no llega a exteriorizar esa liberación, lo hace en cuanto sale del gabinete, o al llegar a su casa. No se debe reprimir una emoción, no valen las arcaicas enseñanzas de "los hombres no lloran" o "las damas no deben exteriorizar sus sentimientos en público", porque entonces, nos hacemos culpables de retener ese movimiento adquirido de energías. Pero hay tiempo de hacerlo porque el movimiento fisiológico está en acción. Es posible que tengamos que hablar más con el intervenido e invitarle a que se retracte de su actitud de ocultar su verdad emocional, y volver a realizar esta técnica somato-emocional de liberación de diafragmas energéticos.

CASO 1: M.R.L., (39 años). Este es el caso de una profesora que viene a mi gabinete enviada por un compañero suyo, por un dolor lumbar. Esto ocurre en Noviembre de 2013. Dentro de su cuadro, lo único fisiológico apreciable es un bloqueo del tejido blando lumbar de su lado izquierdo. Así que, sin más referencia que nuestra exploración clínica, nos ponemos a trabajar en un primer ciclo de 2 sesiones, (12.11. y 20.11.13), para una disfunción muscular, fascial y ligamentosa en la pelvis, (no entraré en detalles por el contexto del caso).

Vuelve en Enero de 2014. El comentario es de dolor de cabeza durante las Navidades.

Volvemos a valorar su estado general y nos aparece una lumbalgia de origen articular, (sacro-iliaco). Trabajamos durante 3 sesiones su tejido blando, así como osteopatía estructural para su lesión articular, y vamos acercándonos, o mejor dicho, preparando el organismo para acceder al fondo del problema.

5ª sesión, (13.2.14). Es una sesión de osteopatía craneal, ya hemos hablado de ello en este artículo. Liberamos tres de sus huesos, (esfenoides-occipital y mandíbula derecha).

7ª sesión, (3.3.14). Osteopatía sacro-craneal. Llegamos al universo de su problema... La acción de la sesión, unos 65 minutos en su caso, es el recorrido fascial que encontráis en fotos superiores. Ante su incertidumbre y estrés que le está creando el desconocimiento que le causa esta sesión, novedosa para ella, comienzo un recorrido por pies, (empeines); tobillos, (talón); piernas, (espinillas); y muslos. Y entramos en el recorrido fascial inverso, sacro a cráneo. Hay tres puntos en los que reprime su sensibilidad. Así que, hago un recorrido contrario al comenzado, en esos tres puntos, (en las fotos marcadas como hioides-cuello; plexo solar-dorsal medio; pubis-sacro)

Y lo acompaño con algunas preguntas. Sus sensaciones comienzan a emanar, (no las reproduzco por respeto a la persona), y libera completamente sus emocionas atravesadas desde hace....... años.

Sólo diré que es un acto de controversia en su sexualidad, en cuyo caso, además de esta liberación que va a sostener en el tiempo, le recomiendo reeducación y aprendizaje a través de técnicas de masaje tantra. Muy importante encontrar un buen profesional que sepa ayudar a cada caso, (os dejo un enlace de una profesional de confianza, con experiencia: http://www.anamasajes.es/)

Su lumbalgia no volverá, no al menos, por esta represión que venía ejerciendo sobre sí misma.

NOTA: Al poco tiempo de terminar nuestro trabajo osteopático se quedó embarazada

CASO 2: J.C.N. 42 años. Profesional fotógrafo que le atendí en Agosto de 2012 por un dolor del hueso sacro en ciertos movimientos. Como él mismo me confiesa, después de tres sesiones en que intervine sobre este asunto, nunca más ha habido padecimiento.

Me llama tiempo después para volver a verme, y le reservo una hora de la tarde del 1 de Abril de 2014.

Me deja completamente sorprendido por las desventuras que me cuenta, hasta cinco, que le han ocurrido en estas últimas semanas... Sólo semanas han bastado para cambiarle la vida!!!

Le planteo dos opciones: a. Masaje de descarga. No le va a venir mal, siempre la relajación nos hace más fuertes psicológicamente después de 60 minutos de buen masaje; b. T.L.D.E.

 Decidimos que esto último va a ser mucho más efectivo.

Así que, vamos a la osteopatía sacro-craneal. Según le cojo los pies, le explico qué vamos a hacer y le planteo cómo reaccionar... con libertad de expresión emocional.

Y llegamos al recorrido fotográfico que os he expuesto. Pasamos durante unos minutos por cada uno de los puntos. Aprecio tensión, la primera me la explica, en cuatro puntos. Sobre el pubis y sacro, me cuenta como que hay  un embudo que su parte más abierta está en la base del abdomen, y se va cerrando dirigiéndose hacia el pubis, hacia la parte más baja de su tronco.

En el segundo punto que localizo, plexo solar-dorsal medio, no ocurre gran cosa en la primera pasada, aunque detecto una falta de movilidad que desbloqueo. Viéndole que no intenta extraer lo que el bloqueo fascial le ha ocasionado, sigo el recorrido.

El tercer punto, garganta-dorsal alto. Siente liberación. Mi manipulación es de intención de apertura, de separación de los puntos apicales de las clavículas, acompañando por atrás al movimiento fascial dorsal.

En el cuarto punto, ocurre lo que en el segundo, (plexo solar-dorsal medio), detecto ansiedad que no expresa nuestro amigo fotógrafo.

Así que vuelvo al plexo solar, puerta de entrada de toda emoción, y empieza a desintoxicar a través de la respiración profunda toda la contaminación emocional que tiene acumulada en tal punto. Las espiraciones son extremadamente largas que desembocan en una tos cada vez de recorrido más largo... Y repetimos, y ocurre lo mismo... Y repetimos... Así hasta llegar al punto de la respiración profunda normalizada. El movimiento fascial es completo.

En la garganta, zona de hueso hioides, (la nuez), le crea sensación de angustia, de costar el que pasen líquidos y fluidos, hasta desembocar en su plexo solar.

Es un recorrido necesario para experimentar aquello que metabólicamente ha producido una infección local. Y así despeja toda su interiorización de los problemas en los que se ha visto envuelto en estas últimas semanas. 

Y debemos repetir la experiencia para desatascar buscando el completar todo el proceso.

CASO 3: Por estrés es más que probable que me llama una mujer que asiste habitualmente a este gabinete. Es traductora de profesión, y a veces se siente saturada por el exceso de trabajo, y por algún motivo más que no quiere contar.

La cosa es que me llama en julio de 2017 diciéndome, por su entera confianza que deposita en mí como osteópata, que no sabiendo si es algo que yo pueda intervenir, siente desde hace algunos días la lengua como quemada, perdiendo el sabor. Le hago que venga para hacer algunas pruebas al respecto de la acción de algunos pares craneales, y en prueba de seguimiento visual observo que su ojo derecho no gira bien hacia el exterior. Compruebo su tensión muscular en cuello, en hombros, en la cara, y me da información de contracción muscular.

Decido empezar a trabajar con ella por ahí, por el estado mecánico, (19.7.17). Veréis, las compresiones del tipo muscular en cuello nos ofrece una saturación de descarga de la neurona motora, con lo que el impacto nervioso es importante. Es por ello, que ante cualquier alteración de tipo afectivo debemos hacer que la persona se sienta bien físicamente, eso le va a producir cierta descarga de alteración emocional. En el caso de nuestra amiga traductora aplico técnicas de Cyriax por contracturas musculares en ambos angulares de los omóplatos, romboides derecho y largo derecho del cuello.

En las láminas que siguen nos explicaba Da Vinci en el S.XVI cómo se conectaba el cuerpo al cuello y a la cabeza, tanto en tejidos conectivos, como nerviosos.


Angular del Omóplato



Y a nivel osteopático intervine sobre su III vértebra cervical, la cual venía bloqueada en rotación y lateralización derecha. Esto no sólo es importante por el valor de carencias de dolor cuando todo se mueve bien, y en el cuerpo todo tiene movimiento, sino, como explico en la lámina inferior, la importancia que tiene la normalidad de movimiento todo el raquis cervical para que no haya obstrucción en el túnel cervical, que vemos pasan vasos y nervios importantes al cerebro. Una sola vértebra restringida comprime el normal flujo de sangre y de información aferente y eferente nerviosa.








Al día siguiente, 20 de julio, vuelvo a verla para corregir los elementos en disfunción mecánica de los huesos del cráneo. No viene muy animada porque, si bien es cierto que hubo unas horas posteriores a la sesión que volvió a encontrarse bien, todo volvió como al principio. Cuando entró en mi gabinete me comentó que entendía que la osteopatía no era para lo que ella estaba padeciendo. Sólo la dije que estábamos a mitad de camino, y que en esta sesión completaríamos el ciclo.

Así que me puse con ella tumbada, a la cabecera de la camilla para palpar el movimiento del cráneo. Liberé el 4º ventrículo cerebral, bajo el cerebelo, donde se realiza todo el trabajo hidráulico de la médula. Encontré bloqueo en su unión del hueso occipital con el esfenoides, la sincondrosis esfeno-basilar. 

Utilicé tres técnicas para liberarlo, ya que su bloqueo era puro en extensión en su hemi-lado derecho. Primero una técnica indirecta, es decir, un suave empuje al movimiento de la lesión; después durante un par de ciclos del movimiento hidráulico, lo mantuve en un punto parado, hasta soltar y llevarlo de forma directa al sitio de la corrección, exagerando el movimiento que no llegaba a producir por sí mismo. No sólo se normalizó el movimiento de su unión esfeno-basilar, sino que esto liberó la fosa craneal media por donde pasan importantes nervios periféricos, especialmente el nervio trigémino, V par craneal, que es el que nos interesaba descomprimir por su inervación en la lengua.


Su salida del gabinete fue buena, y por lo visto, duradera. Volvió 4 días después, 24 de julio, diciéndome que estaba encantada y sorprendida porque todo había vuelto a la normalidad.
Y llego a donde nos lleva este artículo, a las emociones. En esta tercera y última intervención trabajo con una técnica fascial de osteopatía craneo-sacral, la liberación psomato-emocional, ya detallada en fotografías anteriores.


Lo que me encuentro sobre su plexo lumbar son sensaciones traumáticas del pasado al liberar el movimiento fascial. En el plexo solar siente malestar y alteración hasta que dejamos liberado el movimiento esternal y dorsal medio. Sobre el apéndice apical, los bordes internos de las clavículas, siente mayor malestar. Y al llegar al plexo craneal siente sensación de relajación.


Al volver sobre el plexo solar vuelve a sentirse angustiada, y cuando bajo al plexo lumbar ella misma coloca sus manos sobre el plexo solar. Está siendo algo verdaderamente fuerte que está grabado sobre su tejido fascial, aunque no me llega a comunicar, quizá por pudor, qué es lo que le promueve esas sensaciones. 

En cuanto al apéndice apical, en mi segunda pasada, realiza un juego con sus manos, sin duda se siente inquieta, quizá a nivel hormonal.

Se va con una sensación de relajación que la tranquiliza. A mes de septiembre, no he vuelto a saber de ella, a excepción de alguna persona que ha enviado a mi gabinete.

¿Por qué es importante la osteopatía en los procesos somato-emocionales?

Podría exponer un número sin fin de respuestas, pero me quedo con una que publicó en la revista "Masaje", (desaparecida en 2011), un buen colega, José Luis Pérez Batlle del "Upledger Institute España":

... Hay un abanico de emociones, desde agradables que nos hacen felices, que nos hacen vibrar, que nos hacen sentir algo positivo, hasta emociones desagradables que nos hunden, que incluso no nos permiten ya ni sentir, que nos ponen bajo tierra y nos deprimen y, estas emociones, pueden afectar físicamente diferentes órganos y determinada manera de actuar... (sic.)

... Por ejemplo: Si la portera de mi casa todas las mañanas me saluda sonriente y hoy ni siquiera me ha mirado y se ha dado la vuelta, yo eso lo puedo interpretar de mil maneras diferentes; dependiendo cual sea en ese momento mi manera de estar voy a integrar eso de mejor o peor manera...

En definitiva, los estados emocionales nos dan un mapa del camino que estamos siguiendo, y que solo nosotros mismos, con los datos y ayuda, podemos seguirlo o rectificar en cualquier momento si no nos gusta lo que estamos viviendo. Y para ello, debes preguntarte:

 ¿Qué camino quiero recorrer en mi vida? 

Deseo que este artículo sea de tu entera ayuda, y como dice la vieja oración irlandesa de despedida:

 

"Que el camino salga a tu encuentro;

Que el viento te sople siempre de espaldas;

Que el Sol brille cálido sobre tu rostro;

Que la lluvia descienda mansa sobre tus campos;

y, hasta que volvamos a encontrarnos...

Que Dios te sostenga suavemente en la Palma de Su Mano."

 

 J.E. García

Osteópata Normativa Europea
Máster en Osteopatía bajo Evidencia Científica y Práctica Clínica

 

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